El futuro está indisolublemente ligado al pasado y al presente, en relación a un tiempo en constante movimiento y transformación. ¿Qué es y qué podría significar Futuro en términos de una propiedad y materialidad fotográfica? Aquí, el futuro se muestra como un legado ominoso, resultado de las ruinas del progreso, las instituciones jerárquicas, las vidas mercantilizadas y extinguibles o los cuerpos hiper tecnologizados. No obstante, el futuro también se presenta como una dualidad que encuentra en el movimiento de una cierta destrucción y expansión, el sentido para pensar el futuro como posibilidad de tránsito omutación, en relación a un devenir; sin fronteras y sin bordes.
En esta idea de futuro como movilidad, se hacen presentes los procesos fotográficos de hipermediación y multimedialidad, lo cual transforma la propia materia fotográfica, haciendo visible el borramiento del soporte y sus límites; transformando las representaciones en memorias y cuerpos descorporizados. En este futuro imaginado, hay formas que cambian de giro, así como memorias frágiles pero nunca fijas, sino más bien, en movimiento, para ser compartidas y extrapolables. Donde se integran además, a un futuro mutable y compartido, en lo orgánico y lo sintético, en lo animal y lo vegetal.
Mane Adaro y José Luis Cuevas