Anna Atkins es considerara la primera mujer fotógrafa gracias a Photographs of British Algae: Cyanotype Impressions, publicado en 1843. Los cianotipos que realizó para ilustrar en este libro la investigación de William Harvey sobre algas marinas representan un parteaguas en el desarrollo de la fotografía científica.
A manera de tributo hice una reinterpretación de su trabajo, mediante el uso de Second Life, un mundo virtual creado en 2003 al que se accede desde Internet. Durante su auge, esta plataforma tridimensional contaba con una variedad de ciudades, centros comerciales, universidades –incluso el grupo U2 ofreció un concierto en “vivo”–, donde los usuarios interactuaban por medio de un avatar con aspecto humano. Second Life sigue operando, sin embargo poco queda de su boom comercial. Se ha convertido en un lugar donde abundan clubes de baile y comunidades diseñadas para visitantes con gustos afines. El resto de los escenarios se encuentra prácticamente en el olvido. Los océanos, por ejemplo, rara vez son visitados y la vida marina como la flora y los arrecifes de coral resulta poco atractiva para los residentes.
Para este proyecto diseñé un avatar llamado Anna Atkins. Con ella exploré los océanos de Second Life y recolecté diversas imágenes de corales y algas marinas, que usé para realizar los cianotipos que aquí presento. Si consideramos el planteamiento de Gastón Bachelard en Poética del espacio: “[…] por la adhesión a las fuerzas miniaturizadas, el mundo vegetal es grande en lo pequeño […]”, el repertorio vegetal de Second Life alojado en un escenario reducido es pequeño y su potencial se centra en evocar todo aquello que no lo es.
Me interesó vincular el trabajo de Atkins con el universo marino de Second Life por tratarse ambos de hitos en la historia de la fotografía y la producción de imágenes, que de algún modo quedaron relegados a ser referencias históricas. De ahí que las imágenes creadas con más de un siglo de diferencia compartan cierta aura de abandono.
Desde esta condición se abre un espacio que da lugar a nuevos significados en el ámbito fotográfico: dos tipos de imágenes, análogas y digitales procedentes de épocas distintas. Se trata de ruinas que al unirse cobran una mayor relevancia en nuestro presente