Los modelos a escala utilizados en arquitectura no sólo permiten ver las dimensiones de una vivienda, sino que la constatan. Incluso en su forma más cruda e inacabada, al ser un simulacro, realizan lo proyectado con anterioridad. Son, por así decirlo, el futuro vuelto tangible: la materialización de lo soñado: sea pequeño o faraónico. Una maqueta es un destello del futuro. Relacionadas casi siempre con la arquitectura, se vinculan íntimamente con las bienes raíces y la especulación inmobiliaria.
En México, mientras el espacio promedio de una vivienda de interés social es de 50 metros cuadrados, otras -clasificadas como residenciales plus- pueden alcanzar más de 1500 metros cuadrados construidos. Los símbolos de prestigio social relacionados a la vivienda no sólo se centran en las dimensiones, sino en la manipulación formal del espacio habitable. Esta primera serie de Hábitat se halla la documentación fotográfica de maquetas que simulan espacios habitables -utilizando módulos que replican las dimensiones de una casa de interés social- y se articula alrededor de las asimetrías sociales .