En las mujeres flores y sus paisajes, estaba todo lo que más me gusta de la vida, campo, arboles, colores, bazares, objetos misteriosos, diversión, pasteles de zanahoria, animales, misterio, belleza. Esta selección es parte de esta experiencia de este acercamiento a la vida e historias de un grupos de mujeres menonitas que me han abierto las puertas de sus hogares y sus vidas para fotografiar sus espacios íntimos y sus acontecimientos diarios, dentro de las comunidades de Nuevo Ideal, Durango y la Onda Zacatecas. La complicidad mutua y las relaciones emocionales que forman entre ellas, son parte de esta serie de imágenes donde su cotidianidad nos distraen de la idea regida de la vida conservadora de estas mujeres. Estas comunidades aisladas, fueron para mí, unas vidas extraordinarias. El mundo de estas mujeres me parece fascinante, enigmático. Ese viaje fue para mí, en donde yo misma me aíslo de mi mundo cotidiano y emprendo por esos caminos polvosos un viaje hacia mi propia historia. Como hija de padres cristianos, rememoro por instantes mi infancia de costumbres conservadoras marcada por la presencia de la religión. De alguna manera busco en sus colores y sus costumbres mi propia historia. Mirar a las mujeres menonitas es también ser mirada por ellas.