Esta serie retrata tres pueblos vecinos que visité al inicio de 2017 en la apartada zona del Soconusco, en Chiapas, México, durante una residencia artística. A pesar de la hermosa y exuberante naturaleza tropical, los bellos amaneceres y atardeceres y la tranquilidad del entorno, había siempre una atmósfera de incomodidad en las calles desoladas. Uno podía notar que había gente en los interiores de las casas pues se escuchaban rezos, voces o la televisión; también había siempre alguien observando a través de las ventanas o puertas. Noté además que las mujeres no salían solas a la calle, únicamente iban acompañadas por otras mujeres o por un hombre. La arquitectura singular, fruto del dinero que se envía a través de las remesas desde Estados Unidos, me hizo pensar este lugar como un remoto reino, con sus castillos y su realeza, donde la religión, las buenas costumbres y las tradiciones deben practicarse para poder pertenecer a él.