Vientre es esa cueva guarida donde todo se desata, ahí regresamos, hogar húmedo donde cohabitan personas y animales que comparten tanto la costumbre como un campo que pronto será otro. El desierto avanza, la supervivencia cambia de forma como lo hacen los cuerpos. Y mientras se secan al sol me sumerjo y aguardo al chillido, al movimiento y a lo estático a cielo abierto, bajo teja o caña, tan cerca de los limites del ser, los extremos en crudo.